
Hablar de emule es hablar de música gratuita, algo que hoy en día genera disputas. Porque por una parte todos nos hemos arrepentido alguna vez de comprar un disco por diez euros (por poner un precio medio) cuando en realidad no valía más de un centavo (vamos, que sólo nos molaba una canción y no sabemos lo qué vale un centavo exactamente, pero suena bien). Es por ello que todos pirateamos, hasta los que se quejan de ello y hasta los que participan en la realización de esos anuncios en los que se dice "La piratería es un delito que te puede costar la cárcel". Pero vamos a ver, digo yo, ¿no es delito que yo comprase un disco de The Raveonettes por 19 euros y darme cuenta hoy mismo que he ido al Fnac de que ese mismo disco ahora cuesta 5 euros? ¿Qué ocurre con la diferencia de precio? Y lo mismo con la ropa... No nos engañemos.
Es por todo ello que después de Napster y sucedáneos el Emule aparece hoy como una de esas sentencias de justicia. Y tengamos en cuenta algo... Que todos seguimos comprando cd y dvd original a pesar del Emule... ¿Qué hay más justo que eso?
No hay comentarios:
Publicar un comentario