miércoles, 25 de abril de 2007

Tao Te Ching

El camino que puedes recorrer
no es el auténtico camino.
El nombre que puedes nombrar
no es el auténtico nombre.

Cielo y tierra
comienzan en lo innombrado:
El nombre es la madre
de las diez mil cosas.

Así, sin pretenderlo,
el alma ve lo oculto,
y el alma que lo pretende,
sólo ve lo que quiere.

Dos cosas, un origen,
aun diferentes en nombre,
cuya identidad es el misterio.
¡Misterio de todos los misterios!
La puerta de lo oculto.

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